Muchísimas de las personas que confrontan retos, conflictos o crisis en su relación de pareja tienen una cosa en común: SU RESENTIMIENTO. Los resultados negativos más comunes que el resentimiento produce en una relación son; alejamiento, pérdida de complicidad, comunicación, disminución del deseo sexual, falta de interés por lo que acontece en la vida de tu pareja y pérdida de las ganas momentos juntos.
Cierto grado de resentimiento es llevadero, normal y hasta sano, puesto que una la “dosis equilibrada de alejamiento” por tu pareja alimenta tus proyectos personales y tu propia independencia; sin embargo la forma más común que las personas tienen de tratar con el resentimiento es acumulándolo en dosis poco saludables para ellos, sus vidas y mucho menos para su relación.
He visto cientos de veces que cuando una persona disuelve el resentimiento de su percepción, se disuelven automáticamente los conflictos en la relación y aparece la comunicación, el entendimiento y el respeto mutuo. Este estado que, aparentemente, nadie quisiera negarse a lograr, la mayoría de personas se encuentra con las mismas dificultades para alcanzarlo en la práctica.
Los 4 retos más comunes ????
para disolver tu resentimiento
El primer reto es NEGAR TU RESENTIMIENTO. El primer impulso que tiene la gente cuando escucha esta palabra es decir “no, no yo estoy resentid@”. Sin embargo, cuando le preguntas si se reconoce en los síntomas arriba indicados no le queda más remedio que aceptarlo, muy a su pesar. Si no reconoces tu resentimiento es extremadamente difícil hacer algo para quitárterlo ya que eres tú la única persona que puede influir en su propia percepción, para bien o para mal, y si no lo aceptas, lo estás rechazando y sin tu querer lo que hace de forma inconsciente es apegarte más a él.
El segundo reto que la gente confronta es el miedo a”perder sus razones“ que le han llevado a sentirse así. En el interior de cada ser humano hay un “cabezota” que quiere llevar su voz cantante y que quiere tener la verdad absoluta de todo lo que percibe. Querer tener la razón es el camino de la ignorancia, el candado que encierra TU AMOR en una celda infranqueable, incluso por ti mismo si persistes en tus razones.
El tercer reto que es que las personal hablan del comportamiento que no les gusta de su pareja de forma generalista y dicen cosas como “Es que siempre…” , “Es que nunca…” “Es que antes siempre hacía o es que antes nunca hacía….” etc, etc. En la acción u omisión que percibes de tu pareja se encuentra la carga emocional que te produce dolor. Ese dolor sin o está identificado es mucho más complicado disolverlo, por no decir que es una heroicidad hacerlo.
El cuarto gran reto que la gente confronta es la aceptación. La aceptación es el punto de inflexión que te puede llevar al Amor de tu corazón o a la indiferencia, pero la linea es tan delgada que es extremadamente sencillo confundirte. LA ACEPTACIÓN NO ES AMOR cuando esconde delicada y sutilmente la esperanza de que las cosas sean diferentes a como son. Cuando aceptas lo que es por lo que es sin el más mínimo gesto o deseo de que cambien, se llama Estado de Gracia y el Amor Incondicional brota de forma espontanea y natural de tu corazón.
Ya que evitar la ruptura en alguna de sus formas es prácticamente imposible considero muy sensato que al menos la experimentemos sin resentimiento, rencor, enfado y sin miedo. Porque si detrás de cada tormenta siempre sale un sol radiante, detrás de una ruptura no puede haber sino el mismo Amor que te unió a esa persona. Sin resentimiento se recupera la claridad y el poder para decidir sin miedo. Sin resentimiento se despliegan la infinitas posibilidades que hay en una crisis de pareja, desde la de volver a empezar juntos hasta la de continuar separados y como buenos amigos.
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